Nos encontramos ante la gran obra mutante, el mejor trabajo de Chris Claremont y una de las obras a tener en cuenta en la Historia del Cómic.
En esta historia Chris Claremont nos mete de lleno en la problemática del fanatismo religioso, mostrando a un reverendo protestante, William Stryker, que lidera una cruzada evangélica antimutante.
En él se personifica todo ese odio hacia lo diferente que caracteriza a los radicalismos religiosos de cualquier tipo, apuntando lo peligroso de tomar como inapelables determinadas citas de los textos religiosos. Estamos ante la cima del mensaje mutante, el odio y el miedo irracional, pero existente, hacia otra persona por el mero hecho de ser como es. Es en la persona del reverendo Stryker donde se enardece al máximo la incomprensión y el miedo hacia lo desconocido.
Además, cabe destacar que nos encontramos ante una de las mejores apariciones de Magneto, enfocado como una figura gris. Para Claremont no todo es blanco o negro, no todo es bueno o malo, así que nos presenta a un Magneto convencido de sus ideas y que no busca dominar el mundo, sino mejorarlo; puede estar equivocado pero su intención es la mejor. La magnífica escena que abre el cómic se puede considerar como una muestra de sus motivaciones y miedos.
En cuanto al dibujo, Brent Anderson realiza un excelente trabajo, dándole un toque oscuro en perfecta sintonía con la historia que se relata.
En definitiva, una obra imprescindible en cualquier cómicteca y que, por más que se relee, nunca deja de sorprender con su fuerza y sentimiento.
